23.9.07


DOBLE DE CAFE
Ladraba y la mañana
era el sabor de la palabra al paladar de un perro
Deseaba a una camarera
desnudarla del café
Ladraba y parecía posible que un día
el humo
y la sabuesa belleza
recorran las calles de los desechos turgentes
Pero ladraba y ni siquiera era un perro
una camarera tampoco tejía su ausencia en el humo
Era una fugaz mañana que ladraba de otoño
y soñaba curvas perras de un café que besaba